guerra relámpago o Blitzkrieg

un nombre popular para una
táctica militar de ataque que implica un bombardeo inicial, seguido del uso de
fuerzas móviles atacando con velocidad y sorpresa para impedir que un enemigo
pueda llevar a cabo una defensa coherente. Los principios básicos de estos
tipos de operaciones se desarrollaron en el siglo XIX por varias naciones, y se
adaptaron años después de la Primera Guerra Mundial, principalmente por la
Wehrmacht, para incorporar armas y vehículos modernos como un método para
evitar la guerra de trincheras y la guerra en frentes fijos en futuros
conflictos.
Parálisis
A pesar de que el término Blitzkrieg
fue acuñado durante la invasión a Polonia de 1939, los historiadores mantienen
generalmente que las operaciones alemanas fueron más coherentes con métodos más
tradicionales. La estrategia de la Wehrmacht estaba más en línea con el
Vernichtungsgedanke, centrarse en envolvimientos para crear bolsas. Las fuerzas
Panzer fueron desplegadas repartidas entre las tres concentraciones alemanas
sin un fuerte énfasis en su uso independiente, siendo usadas para crear o
destruir bolsas de fuerzas polacas y capturar puntos estratégicos para apoyar a
la infantería a pie que le seguía.
La Luftwaffe ganó la superioridad
aérea con una combinación de tecnología superior y cantidad. Se afirma
erróneamente que la Fuerza Aérea Polaca fue destruida al inicio de la campaña
mientras estaba en tierra. Los aviones polacos fueron trasladados a aeródromos
ocultos aproximadamente 48 horas después del comienzo de las hostilidades.
La comprensión de las operaciones en
Polonia han cambiado considerablemente desde la II Guerra Mundial. Muchas de
las primeras crónicas de la posguerra atribuían incorrectamente la victoria
alemana a «un desarrollo enorme en la técnica militar que ocurrió entre 1918 y
1940», citando incorrectamente que «Alemania, que tradujo teorías a la
práctica... llamando al resultado Blitzkrieg.»11 Historias más recientes
identifican las operaciones alemanas en Polonia como relativamente cautelosas y
tradicionales. Matthew Cooper escribió:
«Durante toda la campaña polaca, el
empleo de las unidades mecanizadas reveló la idea de que serían utilizados solamente
para facilitar el avance y apoyar las actividades de la infantería... Así,
cualquier explotación estratégica de la idea blindada estaba muerta. La
parálisis del mando y la rotura del estado de ánimo no fueron el propósito
final de las... fuerzas de tierra y aire alemanas, y sólo fueron productos
derivados secundarios de las maniobras tradicionales del envolvimiento rápido y
de las actividades de apoyo de la artillería volante de la Luftwaffe, teniendo
ambos como intención la destrucción física del enemigo. Así fue el
Vernichtungsgedanke de la campaña polaca.»12
Cooper llegó a decir que el uso de
los tanques «dejó mucho que desear... El miedo de la acción enemiga contra los
flancos del avance, el miedo que fue comprobado tan desastroso a las posibilidades
alemanas en el frente occidental en 1940 y en la Unión Soviética en 1941,
estaba presente desde el principio de la guerra.»12 John Ellis afirmó que «hay
una considerable justicia en la afirmación de Matthew Cooper que las divisiones
Panzer no tuvieron el tipo de misión estratégica que era característico en la
auténtica Blitzkrieg de blindados, y que estaban subordinadas casi siempre a
varios ejércitos de infantería.»13
De hecho, «mientras que los informes
occidentales de la campaña polaca hacían hincapié en el poder de choque de los
tanques y los ataques de los Stuka, tendían a subestimar el efecto castigador
de la artillería alemana en las unidades polacas. Móvil y disponible en
cantidades significativas, la artillería destruyó tantas unidades como las
otras ramas de la Wehrmacht.»14
Polonia, 1939
A pesar de que el término
Blitzkrieg fue acuñado durante la invasión a Polonia de 1939, los historiadores
mantienen generalmente que las operaciones alemanas fueron más coherentes con
métodos más tradicionales. La estrategia de la Wehrmacht estaba más en línea
con el Vernichtungsgedanke, centrarse en envolvimientos para crear bolsas. Las
fuerzas Panzer fueron desplegadas repartidas entre las tres concentraciones
alemanas sin un fuerte énfasis en su uso independiente, siendo usadas para
crear o destruir bolsas de fuerzas polacas y capturar puntos estratégicos para
apoyar a la infantería a pie que le seguía.
La Luftwaffe ganó la
superioridad aérea con una combinación de tecnología superior y cantidad. Se
afirma erróneamente que la Fuerza Aérea Polaca fue destruida al inicio de la
campaña mientras estaba en tierra. Los aviones polacos fueron trasladados a
aeródromos ocultos aproximadamente 48 horas después del comienzo de las
hostilidades.
La comprensión de las
operaciones en Polonia han cambiado considerablemente desde la II Guerra
Mundial. Muchas de las primeras crónicas de la posguerra atribuían
incorrectamente la victoria alemana a «un desarrollo enorme en la técnica
militar que ocurrió entre 1918 y 1940», citando incorrectamente que «Alemania,
que tradujo teorías a la práctica... llamando al resultado Blitzkrieg.»11
Historias más recientes identifican las operaciones alemanas en Polonia como
relativamente cautelosas y tradicionales. Matthew Cooper escribió:
«Durante toda la campaña
polaca, el empleo de las unidades mecanizadas reveló la idea de que serían
utilizados solamente para facilitar el avance y apoyar las actividades de la
infantería... Así, cualquier explotación estratégica de la idea blindada estaba
muerta. La parálisis del mando y la rotura del estado de ánimo no fueron el
propósito final de las... fuerzas de tierra y aire alemanas, y sólo fueron
productos derivados secundarios de las maniobras tradicionales del
envolvimiento rápido y de las actividades de apoyo de la artillería volante de
la Luftwaffe, teniendo ambos como intención la destrucción física del enemigo.
Así fue el Vernichtungsgedanke de la campaña polaca.»12
Cooper llegó a decir que el uso
de los tanques «dejó mucho que desear... El miedo de la acción enemiga contra
los flancos del avance, el miedo que fue comprobado tan desastroso a las
posibilidades alemanas en el frente occidental en 1940 y en la Unión Soviética
en 1941, estaba presente desde el principio de la guerra.»12 John Ellis afirmó
que «hay una considerable justicia en la afirmación de Matthew Cooper que las
divisiones Panzer no tuvieron el tipo de misión estratégica que era
característico en la auténtica Blitzkrieg de blindados, y que estaban
subordinadas casi siempre a varios ejércitos de infantería.»13
De hecho, «mientras que los
informes occidentales de la campaña polaca hacían hincapié en el poder de
choque de los tanques y los ataques de los Stuka, tendían a subestimar el efecto
castigador de la artillería alemana en las unidades polacas. Móvil y disponible
en cantidades significativas, la artillería destruyó tantas unidades como las
otras ramas de la Wehrmacht.»14

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